Se van sin una queja
con la misión cumplida
y la amarga boca, cerrada
dándonos una vez más
lecciones de cómo morir en dignidad.
Fueron nuestros maestros
en la difícil universidad de la vida
En sus cristalinos ojos llorosos
todas las amarguras calladas
de demasiados años de silencios
tragados y olvidados en los asilos.
Somos sus herederos
son,,, nuestros fracasos
!! Que me los llevan!!
solo por tener muchos años
y verdades que contarnos,
verdades, que no queremos recordar.
Hemos cometido muchos errores
quizás el peor, la soberbia
Adiós, ancianos de la vida
maestros de la supervivencia
hijos, de esta, mí sufrida tierra.
AMA
A todos los ancianos andaluces.
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