Su ruda mano se salió
En busca de comprensión
De la gente del pequeño pueblo
Que tantas veces los criticaron.
Solo las rojas amapolas
Les dieron sus últimas lágrimas
Mientras el réquiem cantaba las caracolas
Con el coro de cortejo de niñas margaritas.
Nunca fueron comprendidos
Tampoco lo buscaron
Porque creían que amarse era lo natural
Sin importar hábitos o sotanas.
Corazones inocentes de mentes limpias
Carnaza fácil de esta sociedad hipócrita
Siempre con hachas bien afiladas
Y moral demasiado mística.
Gentes que mienten a su propia mente
Gentes que nunca les dejaron libremente
Gentes que los criticaron, por amarse inmensamente
Gentes,,, siempre gentes, nunca personas.
AMA

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido todo comentario