En la mina abandonada
dos inocencias se divierten
como cada fin de semana
sin que lo sospechen sus padres.
Vecinos de toda la vida, pero enemigos
y es que en las tierras paupérrimas
la linde de un campo, vale más que la vida
son odios y rencores que traen de los ancestros.
Una tarde de tormenta y rayos
Modesto se refugió bajo un árbol "fatal decisión"
Lina salió corriendo veloz a pedir socorro
pero sus padres no estaban en el pueblo.
Sin saber que hacer, fue a casa de Modesto
la vieron llegar, pero no le abrió nadie
mojada, llorosa, rabiosa volvió a la mina
estuvo toda la tarde agarrada a él llorando.
Sacando fuerzas, que ni ella sabia que tenia
arrojó el cuerpo inerte de su amado, al pozo
en el riachuelo se lavó todo lo que pudo
hizo el alto al autobús de la capital y desapareció.
Jamás supieron sus respectivos padres
el paradero de cada uno de ellos
y en aquellos tiempos, fugarse una pareja
se daba por sentado de que estaban casados
además, no los buscaron porque era una
deshonra para las familias, como siempre
más para la gente de ella "él era un hombre"
AMA
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