Nací pobre
como casi todos
la niñez no la conocí
jugar no me dejaban
era el niño apestado,
todo por que no era como
ellos,
prefería leer cualquier cosa
o contemplar la naturaleza,
me decían "huy, ese es maricón"
no me lo decían a la cara
pero yo los oía, pero por cobardía
me hacia el sordo.
Con dieciocho años ya era viejo
deseaba tener sesenta años
así me faltaría menos para descansar.
Ahora que he pasado los sesenta
he comprendido a la maldita vida,
tengo un pie en el cementerio
y otro en la vía, ya no
soporto ninguno de los dos
solo quiero paz,paz y más paz.
AMA
desgarradora historia, aun asi con los dolores que provoca la vida, aun asi, la vida es hermosa
ResponderEliminarEfectivamente la vida merece la pena vivirla.
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