Los besos más apasionados
me los llevaré
no tuvieron destino.
Nuestra cama nunca contempló
el arco iris del desaforo
tú sensualidad, nunca presente estuvo.
El corazón está agotado
de tanto entregar y no recibir
ya, ni en los ojos, quedan lágrimas para ti.
Soy un trozo de carne putrefacto
enchufado a una maldita máquina
ya ni vivo, ni si quiera sobrevivo.
El fuego con sus salvadoras llamas
no deja de clamar mi nombre
me han dado, la peor noticia que temía.
AMA
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