Hijo,,, te traigo
algo para el frío
ya sabes, lo friolero
que eres desde niño.
Con su abrigo hasta los pies
el pañuelo en la cabeza
camina despacio siempre
y siempre hace el mismo camino.
Somos memorias
avestruces heridas
Sus hijos le reprochan
su obstinado amor al pequeño
no podrán jamás comprendedla
que su Diego aún está vivo.
Los pinos del cementerio
la saludan con su nombre
y la echaron de menos
hasta que la vieron entrar
dentro de un cajón , sonriente.
Somos memorias
avestruces heridas
AMA

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