La verdad murió
un día de Abril
que víboras comió
por lo cobarde que fue.
Arrayanes sembrados
de gritos mudos
donde la inocencia marchó
para no volver a su mundo.
Nubes negras presagiaban,
cuervos negros llegaban
todo indicio de humanidad
desapareció en aquel lodazal.
Desde el cielo, se hizo el silencio
la calle, oscura como boca de lobo
consciencia no quedaba, salió corriendo
el despertar, estaba escrito, con sangre.
Hay sucesos que te marcan
para el resto de tu vida
y lo peor, es no poderlo contar
a un niño, no se le da, credibilidad.
AMA

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