La polvoreda de tus
reproches infundados,
quieren penetrar mi coraza
como aire de la montaña.
En la alambrada de la noche
me quedé
Con el escudo de mi niñez
aguanto carros y carretas
y por eso jamás intentes
penetrar donde no podrás.
En la alambrada de la noche
me quedé
Llámalo cobardía, debilidad
como tú le quieras nombrar
pero me ha salvado toda la vida
de que no me quitaran mi inocencia.
En la alambrada de la noche
me quedé
Espinas relucientes de hojalata
serpentean mi moral baja
alacranes dorados de mentiras
vidas reducidas tan solo a idas.
En la alambrada de la noche
me quedé
!Se creen tantas cosas en esta vida!
cuando necesitas ocupar tú corazón
que los montes dejan de ser montes
porque te niegas a ti mismo la razón.
En la alambrada de la noche
me quedé
AMA

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