Tú voz,,,,,
afinada con un guiño de Dios
me hace volver a la inocencia
de la cual, jamás nunca debí salir.
Tus ojos,,,,
penetran mi malherida alma
para con palabras de alhelíes curarla
y,,,, ¿no sabes que está herida de amor?
Tú boca,,,,,
!ay tú boca! de fresa madura
dibujada por los ángeles de rojo carmín
me llama por las noches, cuando estoy lejos de tí.
Tus manos,,,,,
perdidas en el laberinto de mi cuerpo
resucitan a este incrédulo muerto en vida
acariciando mis pensamientos con tú ambrosía.
Tú aje,,,,,
con tú sola presencia
la noche se convierte en día
el mar se hace charco, para cruzarte.
AMA

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