sábado, 3 de octubre de 2020

DESQUICIADO

 

En la más alta montaña
en la sima más profunda
en la sonrisa más amarga
te busqué, pero nunca te hallé.

Bailarinas de mil cabezas encontré
a viejos delfines voladores pregunté
en zocos de bellos jazmines comenté
sobre tejados antiguos helados dormí.

Hombres sin memoria del mal, conocí
de mujeres pobres de espíritu, aprendí
favores de las fuerzas vivas, conseguí
hasta descubrir, que la vida me mentía.

Comí, pechugas de santo, donde no debía
cabalgué corceles andaluces, pero no vivía
aprendí mañas para mentir, que no sabía
perdí, lo que más quería,mi inocencia infantil.

Ni en la más alta montaña, te hallé
ni en la sima más profunda, te perdí
ni en la más amarga sonrisa, te hallé
solo, cuando comprendí, que estabas junto a mí.

                                                                              AMA



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